Por Albert Jorquera, periodista especializado en trail / Fotos © Jordi Saragossa / GTWS
FUENTE: MUNDO DEPORTIVO
Hace apenas un año Sara Alonso (Donostia, 1999) debutaba en las Golden Trail World Series (GTWS) en la Olla de Nuria. Lo hacía como una auténtica desconocida, formando parte del equipo Next Gen de jóvenes promesas de Salomon y con la ilusión de medirse a las mejores del mundo y entrar en el top-10 de la carrera. Acabó en undécima posición. Desde ese momento, su progresión ha sido imparable como queda reflejado en el documental ‘Go Sara’, en el que se explica como tras dos podios en las últimas carreras de las GTWS lo pasó realmente mal en la final de The One Race El Hierro. Sara, sin embargo, acabó entrando en el top-10 final de las Golden y captando la atención de los responsables de Salomon Internacional por su calidad, pero también por su simpatía y desparpajo. Su 2022 arrancó ganando la Maratón de Transgrancanaria, viajando con el equipo Salomon Internacional a Cabo Verde y desde entonces no ha parado de crecer: victorias en Calamorro Skyrace y el Campeonato de España de Trail por Federaciones Autonómicas de la RFEA y, aún más sonado, podio en la mejor Zegama-Aizkorri de la historia. Su tercer puesto por detrás de Nienke Brinkman a apenas 37” de Maude Mathys en una carrera retransmitida por televisión a más de 400.000 personas ha acabado de relanzar la figura de una Sara Alonso cuya progresión parece no tener techo. Unos días después hablamos con esta joven de 23 años para saber cómo vivió los días previos, cómo le fue la carrera y como ha gestionado tanta presión y halago.
– Albert Jorquera: Hola Sara ¿Cómo va la locura de los últimos días?
– Sara Alonso: Muy agobiantes, tenía muchísimos mensajes y llamadas. A mi hermana le contesté un mensaje pasados dos días de Zegama y me dijo “joder Sara, qué borde”. Yo le respondí que “se me había quedado abajo y no te había contestado”. Una locura.
– ¿Cómo habías preparado Zegama?
– Es la carrera que más me he preparado. El año pasado ya me había hecho media Zegama con Oihana (Kortazar). Creo que habré ido 10-15 veces. Vine a hacer las prácticas a Donosti para poder tener los findes aquí. Justo al llegar de Cabo Verde me fui con Jan (Margarit) y Anthony (Felber); luego otra vez estuve con Dani Castillo y anduvimos 4 días por Zegama. Iba haciendo una mitad, la otra mitad… Y luega cada finde me iba yo sola y hacía la primera mitad y recortaba, unos 27 kilómetros; o la segunda, que es más larga y la hice menos eh? Ahí te salen ya unas 3h30’.
– Tengo la sensación de que la tenías muy estudiada…
– Cuando se acercaban las fechas, un par de semanas antes, la entrené a tiempos de carrera hasta Sancti Spiritu. Tenía las referencias de Strava de Sheila (Avilés) y alguna corredora más que habían hecho 4h40’. A Sancti Spiritu llegaban en 2h11’ y a mi me salió en 2h12’ corriendo a saco. Sabía que tenía ir a ese ritmo toda la carrera y ver si aguantaba. El día de carrera llegué a Sancti Spiritu en 2h02’ y pensé que estaba iendo demasiado rápido, que igual lo pagaba en la seguna parte, pero… ¡Qué va! Fui incluso más fuerte en la segunda mitad, en la que le recorté 2’30’’ a Maude y Nienke (Brinkman, la ganadora) solo me metió 1’30’’. Hice muy buena segunda mitad y llegué muy entera.
– ¿Cuál era tu previsión más optimista?
– En algún momento pensé que igual el tercer puesto podía ser. A Maude y Nienke las veía inalcanzables, pero con casi todas las otras había competido en Transgrancanaria. Las únicas que no tenía controladas eran las nórdicas como Ida Nilsson, Emelie Forsberg, Johanna Astrom y la africana (Teresiah Omosa) que tenía 2h59’ en Sierre Zinal. Sabía que ella iba a correr un huevo al principio y pensaba que en el cresterío se atascaría. Pero bueno, se atascó antes. Pero el récord de Maite Maiora, buf… Al final por aquí ha pasado gente buenísima: Ruth Croft, Laura Orgué, Azara, Oihana, Sheila… Y yo decía, si no lo han superado es que es muy difícil. Pero viendo los tiempos pensaba que igual en 4h35’ ya se podía correr Zegama, en 4h30’ como mucho. Pero menos que eso, ni de coña. Eso es lo que más me sorprendió. Cuando llegó a meta me señalo el reloj por eso, por haber bajado de 4h30′.
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– ¿Te molestó que se te llegara a dar como favorita para ganar?
– Las primeras veces te hace ilusión que la gente confíe en ti, pero hombre llegó un momento en que ya me agobié. ¿Favorita? ¡A ver, no estáis muy enterados en el mundo del trailrunning! Nienke es una tía que ha hecho 2h22’ en Maratón. Y tampoco es que no haya corrido nunca en montaña. La gente dice que es asfaltera y no, no lo es. El año pasado en Skyruhne o El Hierro, que son bastante técnicas, ya había hecho carrerones. Y Maude Mathys es otra fuera de serie mundial.
– Con tu edad, debutando en Zegama, había mucha presión y la gestionaste bien…
– Sí sí, ya desde dos semanas antes estuve haciendo entrevistas en muchos sitios. Y al final yo maratones, realmente no había hecho porque Transgrancanaria son unas 3h30’ y no la considero una maratón. La distancia te asusta un poco. En Skyruhne también tenía mucha gente de casa y era un poco de presión porque quería hacerlo bien delante de mis amigos, pero eso también es una motivación. El único que me quitó un poco de presión fue Biel (Ràfols) porque en una entrevista dijo “yo creo que Sara lo puede hacer bien, pero sin más”. Hay gente que dijo “joder, qué pesimista es Biel”, pero yo sabía que lo había hecho para quitarme presión.
– Sí que da la impresión que Maude y Nienke están por encima, pero que en apenas un año les has recortado mucho no?
– En Olla de Nuria hará un año que debuté en las Golden. No me conocía nadie, quedé la 11 y yo, tan feliz. Luego ya, en Dolomites 8ª y ya las últimas dos veces, podium. Pero en la maratón de Alemania (Chiemgau) Nienke me metió 28′ y en Zegama fueron 10’. Yo le decía “¡jode, que solo me has metido 10 minutos!”. Está superbien.
– También te lo has ido creyendo más…
– Al principio pensaba “si rasco el top-10 ya está bien”, intentaba colarme entre toda esta gente. Ahora me planto en la salida con otra seguridad, otra confianza en mi misma. Ahora me temen más, dicen “esta chica lo va a hacer bien”. Pero aún me falta creer más en mi misma. En la parte final de Zegama la gente me decía que tenía a Maude muy cerca y pensaba que nunca la cogería. Antes, cuando me adelantó pensé: “es Maude Mathys, para qué la voy a seguir. No merece la pena”. La gente me decía que fuera a por ella, a por el segundo puesto, y yo pensaba “éste es mi puesto, este era mi objetivo”. Luego quedé supercerca de Maude.
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– ¿Fue la carrera perfecta?
– La verdad es que me salió todo perfecto. Bebí un montón, que nunca bebo; no pasé calor, iba metiendo la cabeza en los cubos de agua; tenía al público loco por todos los lados; estaba mi familia y mis amigos; no me caí ninguna vez, que siempre me caigo; no me hice ninguna torcedura ni esguince. No sé, no pasé nada malo en toda la carrera, me lo pasé megabien. Tengo 800.000 videos y estoy super sonriente en todos ellos. Acabé muy bien, digo “joder Sara, parece que ni te hayas esforzado, haber sufrido un poco más”. Pero que va, es que me lo pasé bomba.
– ¿Hay algún momento que recuerdes especialmente?
– En las cuevas de San Adrián me adelantó la italiana (Fabiola Conti) y pensé “si hombre, me vas a quitar la foto y el video en Sacti Spiritu” y ahí me pegué un esprint que es de los pocos tramos en Strava en los que gano a Nienke. En el avituallamiento justo vi a mis padres y a mis amigas, les saludé, dije “¡venga esprint!” y salí disparada. Luego iba encontrándome a todo el mundo en la subida y saludando “ui Jordi (Saragossa), ui Maria (Fainé), ui Biel (Ràfols)…” . Le saludé a Biel y no me saludó porque estaba con la cámara. Yo le dije ”pues si voy tercera, dejas la cámara y me saludas”. Son cosas que me salen así.
– En las imágenes en vivo pudimos ver que la gente de aquí te conocía mucho y te animaba…
– Sí, noté mucho cariño de la gente. Y sobre todo, el documental ‘Go Sara’, hizo mucho…
– Ya, en Salomon lo publicamos justo la semana antes y te pusimos algo de presión no? (Rie)
– Sí, un poquito lo podías haber publicado antes eeeehhh? (Rie). No, estuvo bien porque gente que no me conocía me decía que era muy espontánea o me hablaban del comentario de mi padre, quien dijo que no me iba a ir muy bien en las carreras de montaña… YA ves, qué lince (Rie).
– (Rie) ¿Qué le dijiste a tu padre después de la carrera?
– Joder, pues él estaba supernervioso los días anteriores. Luego como pasé tan sonriente en Sancti Spiritu, me dijo que me vio tan contenta y feliz que pensó que lo iba a hacer bien. Luego se fue con un amigo mío al km 34 y mi amigo estaba supernervioso, pero mi padre estaba supertranquilo. Luego le llamé desde meta y le dije “¡¡aita, tercera!! ¡¡Qué bien!! Solo a 37 segundos de Maude!!”. Él me respondió “¿Cómo que solo 37 segundos? Me cago en la p…, haber esprintado un poco más!”.
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– En meta te volviste un poco loca… Te vimos llegar con una campana que cogiste de alguien del público, te tiraste una cerveza por encima…
– ¡Sí! Justo le cogí la campana a un amigo de mi padre, jajaja. No lo tenía pensado. Muchas veces entrenando la última bajada o ya en la cama había pensado en como acabaría la carrera si me iba bien. ¡Los míticos esprints épicos quedan chulísimos, pero así no puedo saludar a la gente! Y lo de la cerveza fue porque estaba en Zegama y estaba contenta de tener una fiesta luego en Euskadi, no como en Francia que te ponen un vinito. Así que se la pedí a alguien del público, me dio permiso y me la bebí. Luego me han pasado cosas increíbles como que me escribiera una persona por Instagram antes de la carrera diciendo que si quedaba tercera me regalaba un pastel vasco. Y apareció alguien con una pedazo de tarta enorme, de locos. Eso también fue un regalazo.
– ¿Has recibido muchos mensajes después de la carrera? ¿Alguno te ha hecho especial ilusión?
– Increíble, tengo miles de whatsapps y comentarios de los posts de mis redes. El que más ilusión me ha hecho es que me escribió Kilian. Que él te ponga “muy grande Sara”… Ya me puedo retirar del trailrunning. Me escribió también Javi Sancho, eso me hizo gracia. Pero sobre todo que te escriban corredoras: Oihana, Sheila Avilés, Daniella Moreno, con la que competiré luego en la Marathon de Mont Blanc… Eso es bonito.
– ¿Has notado mucho la repercusión de la retransmisión por televisión?
– Ha sido increíble, en cuanto repercusión es lo más grande que he hecho en mi vida. Tengo el Instagram desbordado. Ya solo a nivel de Euskadi, que era en EITB, ha sido una locura. Profesores de la universidad, de la ESO, que me habían visto en la TV… A mi madre le han venido clientas de la tienda anterior, de Buen Pastor, a traerle bombones y felicitarle. O mi aitana (abuelo) mismo. El trail era un deporte de redes sociales, de internet, y él en la tele lo había visto poco. Pues el otro día lo estaba viendo en Teledeporte, donde decían que era de las carreras más importantes del mundo, y estaba flipando. Al verme ahí y en todos los periódicos dijo “¡jue, pues mi nieta sí que es buena!”
– Supongo que ahora el reto es que no se te suba el éxito a la cabeza…
– Mi madre siempre dice “Sara, si se te sube a la cabeza, no te preocupes que yo te bajo los pies a la tierra”. Sí, ahora está un poco la presión de que lo he hecho muy bien y ya tengo que seguir así toda la temporada. Ahora voy a la Marathon du Mont Blanc, me van a poner entre las favoritas y hay que seguir cumpliendo los resultados. Todo el mundo está que si tengo 23 años, que soy joven, que si me voy a quemar… Pero bueno, poco a poco, asimilando las cosas.
– Bueno, tú sigue disfrutando y no pierdas esa pasión que se nota que tienes…
– Sí! Yo lo vivo con intensidad. Me pego unas sobradas en las entrevistas y me lo paso muy bien… No sé por qué me dejan a mi los micros o me entrevistan, si la lío un montón.